dijous, 1 de maig del 2008

Desde Argentina.

Un día muy largo y con multitud de contactos institucionales y sociales. La primera jornada en la ciudad de Buenos Aires nos ha permitido mantener reuniones con el Vice-Presidente de la República en el Senado, y con los Gobernadores de la Provincia y la ciudad de Buenos Aires en la Cámara de Comercio y en la sede del Gobierno de la Ciudad, respectivamente.
Además en casa del Embajador español hemos realizado un almuerzo con representantes de la Cámara de Comercio, empresarios, autoridades del mundo del turismo, representantes de los partidos socialista y popular, miembros de la Casa Balear de la ciudad, el propio embajador y algunos de sus consejeros. Por cierto, hemos estado excelentemente atendidos por la embajada, Rafael Estrella desempeña una extraordinaria función como embajador.
La primera jornada ha incluido, además, una reunión con empresarios, en la que he tenido la oportunidad de explicarles las políticas que, en materia turística, estamos impulsando en nuestras islas. La conferencia se ha desarrollado con una interesante participación de los asistentes, en el turno de preguntas.
Por parte de todos los interlocutores, de este primer día de trabajo, ha primado, en todo momento, una gran hospitalidad y voluntad de colaboración.
En definitiva una jornada muy provechosa, a la que hay que sumar una breve visita por la ciudad, que es muy extensa y con unos tres millones de habitantes, población que alcanza a unos ocho millones si contamos toda su provincia. De la ciudad hemos podido ver, desde el exterior, la Casa Rosada, la Plaza de Mayo, la Catedral, y algunos de los barrios cercanos al lugar donde hemos mantenido las entrevistas. En todos ellos se percibía el esplendor que, en otros tiempos, había tenido; y me ha llamado la atención, que, salvo en las calles principales, los edificios son muy bajos..
Mientras los gremios y los sindicatos preparaban el uno de mayo hemos tenido ocasión de visitar alguno de los cafés históricos de la ciudad, y de forma muy breve una librería de ediciones antiguas, en la cual, de haber tenido tiempo, me habría pasado un buen rato. Me han impresionado particularmente los pañuelos pintados en el pavimento de la Plaza de Mayo, y una inscripción, en las baldosas de una acera, señalando el lugar donde se había producido un asesinato y tres o cuatro secuestros - no recuerdo el número exacto- acaecidos durante la dictadura, en el año 1.976.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Que hermoso pais ha ido a visitar ud, señor Antich. La proxima vez que vaya a visitarlo, lleveme con ud, asi visito a mi familia politica jeje.

Un Saludo.

PD: Siga asi con su blog.